El elemento central caracterizador de las herramientas “Web 2.0” es que se hallan definidas, reguladas, controladas por las decisiones y operaciones de los usuarios remotos y dispersos, comunicados a través de las TIC's, quienes deciden probar, ensayar y, por este camino, producir y publicar sus saberes y sus opiniones en el ciberespacio.
Como tal se estaría imponiendo un nuevo paradigma, un nuevo conjunto de conocimientos y creencias que conforman y validan una visión del mundo, de la vida y de los intercambios sociales. Y, desde una posición dominante, este paradigma señala cómo deberían ser y hacerse las cosas en un espacio y momento socio-histórico particular, para el caso cada vez más virtual.
En palabras simples, parecería que solo con la Web 2.0 existe la participación dentro de la interacción social virtual o mediada por tecnología, cuando en realidad podemos preguntarnos qué diferencia hay entre colgar una producción realizada por un grupo, en un foro que leen todos los enrolados en él, y publicar algo de autoría propia en un blog. ¿Qué es más público más allá del mero cambio de nomenclatura? ¿Se trata simplemente de un cambio de nomenclatura?
La preocupación es qué hacer con toda la avalancha tecnológica -que para nosotros arrastra una acostumbrada racionalidad instrumental- en los contextos formativos de personas y grupos, preocupación que ciertamente no es nueva, sino que ha sido planteada para su reflexión a lo largo del desenvolvimiento de la humanidad, desde la invención de la imprenta, luego el teléfono, la radio, la televisión, más tarde la computadora, el teléfono celular, las unidades MP3, el i-Pod, y ahora la aparición de la Web 2.0 y de los mundos sintéticos de Second Life. Seguramente habrá otros mundos que aún no imaginamos. Entonces, ¿qué tipo de cultura está fomentando la Web 2.0?
Si se piensa a partir de un planteo comunicacional- educativo, aparecen varios niveles de análisis que deben ser considerados:
1- la necesidad de entender el cambio cultural telemático que irreversiblemente y de forma caótica se produce en tiempos veloces.
2- la hibridez como categoría central en la configuración de la cultura que provoca la construcción de la subjetividad a través de una amplificada, irrefrenable y no siempre ética interacción social.
3- la fuerza de valores narcisísticos, la mediocridad (dada por el plagio y por la repetición, la anarquización, anonimato y deterioro irreversible del lenguaje. También, la irresponsabilidad y descontrol dados en las producciones y comunicaciones, sobre todo atendiendo a los blogs y otras herramientas similares.
4- Estas manifestaciones son reflejo de lo que ocurre en la mayor parte de la sociedad de los países del sur del mundo o, también, en los bolsones de desigualdad social en los del norte desarrollado, con un profundo deterioro de la calidad en general de vida en sus procesos, productos y servicios (entre ellos el educativo), visto en un aumento de la pobreza material y simbólica en todas sus facetas.
1- la necesidad de entender el cambio cultural telemático que irreversiblemente y de forma caótica se produce en tiempos veloces.
2- la hibridez como categoría central en la configuración de la cultura que provoca la construcción de la subjetividad a través de una amplificada, irrefrenable y no siempre ética interacción social.
3- la fuerza de valores narcisísticos, la mediocridad (dada por el plagio y por la repetición, la anarquización, anonimato y deterioro irreversible del lenguaje. También, la irresponsabilidad y descontrol dados en las producciones y comunicaciones, sobre todo atendiendo a los blogs y otras herramientas similares.
4- Estas manifestaciones son reflejo de lo que ocurre en la mayor parte de la sociedad de los países del sur del mundo o, también, en los bolsones de desigualdad social en los del norte desarrollado, con un profundo deterioro de la calidad en general de vida en sus procesos, productos y servicios (entre ellos el educativo), visto en un aumento de la pobreza material y simbólica en todas sus facetas.
Si bien se valora el aporte valioso de recreación que cada persona otorga a la información de la red y/o comunidad virtual, dado por el procesamiento idiosincrático y creativo que le añade dentro del intercambio comunicacional entre personas de diversa procedencia o extracción social se deben reconocer en la Web 2.0 ciertas proyecciones con sus aristas positivas y negativas presentes de modo contradictorio.
De este modo:
1- Produce descentralización en la elaboración, producción y consumo grupal de procesos y productos telemáticos lo que puede ser interesante en términos del aumento de la creación social.
2- Reduce la cohesión social que es un prerrequisito del desarrollo sociocultural, económico y político de una sociedad –debido a la tendencia de una gran falta de formación unificada de las personas y grupos-, porque la propuesta y aplicación tecnológica de la Web 2.0 se manifiesta de modo descontextualizado.
3- La inexistencia de la cohesión social aumenta la inequidad y la pobreza material y simbólica de los usuarios, con lo cual entusiasmarse en prácticas participativas telemáticas de modo unilateral será importante para los intereses de Internet, pero resulta ser un enfoque insuficiente o reduccionista.
4- Es necesario observar a partir de qué concepción de mediaciones tecnológico-formativas se instaura la Web 2.0, ya que resultará en configurar las subjetividades Web-participadas donde por su uso grupal de modo lineal no superará los problemas estructurales y culturales que presenta una unidad social.
5- En todo caso habría que tener recaudos por los efectos impensados producidos por la tecnociencia donde el conocimiento no es un fin en sí mismo, sino que tiene una función instrumental.
6- También esta tendencia participativa demuestra ser imposible de generalizarse o ser transferida a otras esferas sociales.
7- Otras críticas ya documentadas sostienen “el peligro del 'amateurismo´que fomenta la Web 2.0.
2- Reduce la cohesión social que es un prerrequisito del desarrollo sociocultural, económico y político de una sociedad –debido a la tendencia de una gran falta de formación unificada de las personas y grupos-, porque la propuesta y aplicación tecnológica de la Web 2.0 se manifiesta de modo descontextualizado.
3- La inexistencia de la cohesión social aumenta la inequidad y la pobreza material y simbólica de los usuarios, con lo cual entusiasmarse en prácticas participativas telemáticas de modo unilateral será importante para los intereses de Internet, pero resulta ser un enfoque insuficiente o reduccionista.
4- Es necesario observar a partir de qué concepción de mediaciones tecnológico-formativas se instaura la Web 2.0, ya que resultará en configurar las subjetividades Web-participadas donde por su uso grupal de modo lineal no superará los problemas estructurales y culturales que presenta una unidad social.
5- En todo caso habría que tener recaudos por los efectos impensados producidos por la tecnociencia donde el conocimiento no es un fin en sí mismo, sino que tiene una función instrumental.
6- También esta tendencia participativa demuestra ser imposible de generalizarse o ser transferida a otras esferas sociales.
7- Otras críticas ya documentadas sostienen “el peligro del 'amateurismo´que fomenta la Web 2.0.
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