Sociedad de informacion y sociedad de conocimiento: desarticulando ideas
A menudo utilizados de manera conjunta, los conceptos de sociedad de información y sociedad de conocimiento plantean un interrogante básico: ¿puede llegar a transforrmase la información en conocimiento?
Para poder responder a nuestra incógnita debemos primero definir sociedad de la información y de conocimiento. La primera idea –surgida como paradigma en la década de 1970- plantea un nivel de desarrollo social donde sus miembros tienen la capacidad para obtener y compartir cualquier información -de forma instantánea- en cualquier lugar y forma que se quiera. En el caso de la sociedad de conocimiento, hace referencia a las transformaciones de la sociedad moderna donde la información genera conocimiento. Sin embargo, es preciso separar estos conceptos.
Se cree que la información da poder y conocimiento, sin embargo esto constituye un proceso diferente para cada sociedad. Proceso que planteará, obviamente, desigualdades. Esto aflora al observar que las bondades de las tecnologías de la información y de la comunicación no se encuentran al alcance de todos, es decir que existe una brecha digital, la cual está delimitada socioeconómicamente. Además, no todo el material disponible es veraz: en este caso, tendríamos información pero no generaríamos conocimiento.
Esta “separación” de conceptos es necesaria para poder despegar dos ideas que se encuentran aferradas pero que no necesariamente están unidas. Para poder alcanzar el verdadero conocimiento no solo habrá que disponer de información veraz y chequeada lo mejor posible, sino tener además un pensamiento crítico y autonomía.
Se cree que la información da poder y conocimiento, sin embargo esto constituye un proceso diferente para cada sociedad. Proceso que planteará, obviamente, desigualdades. Esto aflora al observar que las bondades de las tecnologías de la información y de la comunicación no se encuentran al alcance de todos, es decir que existe una brecha digital, la cual está delimitada socioeconómicamente. Además, no todo el material disponible es veraz: en este caso, tendríamos información pero no generaríamos conocimiento.
Esta “separación” de conceptos es necesaria para poder despegar dos ideas que se encuentran aferradas pero que no necesariamente están unidas. Para poder alcanzar el verdadero conocimiento no solo habrá que disponer de información veraz y chequeada lo mejor posible, sino tener además un pensamiento crítico y autonomía.
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