Según Martin Heidegger, uno de los mayores filósofos del Siglo XX, el ser humano posee un conjunto de recursos infinitos que puede usa, y además esos recursos están listos para ser procesadas para convertidos en algo más valioso.
La Web 2.0 se nutre de esto. Hacemos un producto de nuestras vidas y lo homogeneizamos. Porque no tenemos nada más que nuestras mentes para convertir en productos finales. Nos mercantilizamos a través de Facebook, Google, my space y nos resulta lo más común.
Las redes sociales se nutren de a web 2.0 y nos generan una especie de esclavitud tecnológica, lo que es una gran paradoja. Esto es lo que más se cuestiona a este tipo de Web cada vez más omnisciente y que detrás de ellas hayan empresas vinculadas a servicios de inteligencia.
Uno de los mayores problemas en este tipo de tecnologías es la poca fiabilidad con que cuentas los sitios, ya que la mayoría de ellos no son del todo seguros por la colaboración de la gente que puede hacerlos inseguros. Se incluye mucha información que puede no es firedigna pero con el uso extendido de la web estas herramientas son utilizadas como si fueran la verdad pura, cosa utópica en este espacio. Tal es el caso de la Wikipedia que es actualizada muchas veces pero no siempre tiene los datos correctos si los comparamos con la fiabilidad de las enciclopedias en formato papel y muchos llegan a cometer errores muy graves con solo usar esa herramienta que nos parece tan influyente.
En fin al creer tanto en esta teconología nos convertimos en "marionetas" siguiendo siempre una forma de pensar que no es siempre la correcta.
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