Dentro de un mundo plagado de datos, frases e íconos, nuestra percepción sobre nosotros mismos ha cambiado. Ya no nos fijamos en nuestro barrio o la ciudad en donde vivimos, ni siquiera en el país en donde radicamos. Nuestra mente está abierta al mundo.
Eso no significa que estemos al tanto de todo lo que sucede mundialmente, ya que los mensajes que recibimos se encuentran tan lejos que no podemos saber de donde provienen.
Es por eso que hablamos de la Sociedad de la Información. Esta está plagada de exuberancia, omnipresencia, irradiación, velocidad, multilateralidad, interactividad , Desigualdad, heterogeneidad, Desorientación y además tiene a la ciudadanía en un lugar pasivo, ya que la dispersión y abundancia de mensajes, la preponderancia de los contenidos de carácter comercial y particularmente propagados por grandes consorcios mediáticos y la ausencia de capacitación y reflexión suficientes sobre estos temas, suelen aunarse para que en la Sociedad de la Información el consumo prevalezca sobre la creatividad y el intercambio de conocimientos.
La globalización nos permite reconocer semejanzas pero no por ello quedan abolidas las peculiaridades y diferencias que distinguen a nuestras sociedades. Tampoco se cierran las brechas entre los países. La velocidad e incluso la inmediatez de las comunicaciones junto con la creciente intensidad de los flujos migratorios están contribuyendo a disolver las fronteras nacionales. Pero paradójicamente la disparidad económica lejos de suavizarse se vuelve más áspera debido al desigual acceso a las nuevas tecnologías.
Giddens recuerda cómo "la globalización presiona no sólo hacia arriba, sino también hacia abajo, creando nuevas presiones para la autonomía local". En Internet entre otras formas de intercambio surgen nuevos modos de solidaridad, desde las cadenas de mensajes hasta la coordinación de protestas o adhesiones respecto de las más diversas causas. Y también aparecen nuevas formas de aislamiento, tanto entre las personas como entre las naciones.
La gran mayoría de quienes usamos computadora usamos el sistema operativo Windows. Ese software demuestra la alienación generalizada respecto de los productos de una misma y poderosa trasnacional. Pero también podemos identificar una apropiación creciente y limitada de una tecnología útil para los más variados fines.
10.5.09
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